miércoles, 7 de octubre de 2015

¿ Qué es el inconsciente?

En biodescodificación - bioneuroemoción se habla mucho del inconsciente porque cuando se trata una enfermedad física se esta tratando un contenido del inconsciente que se está expresando a través del cuerpo… y para entender qué es se os propone un viaje a las profundidades de nuestro ser para explorar sus diferentes capas y descubrir como funciona.

Los psicoanalistas fueron de los primeros en utilizar el término inconsciente para designar un “lugar psíquico”, desconocido para la consciencia, donde están un conjunto de contenidos reprimidos por la persona, que es básicamente su objeto de estudio y al que tratan de acceder mediante técnicas como la asociación libre, la interpretación de sueños, la hipnosis…

Me gusta pensar que en el inconsciente está todo (no sólo lo reprimido), para mi el inconsciente es una base de datos enorme y que constituye un auténtico tesoro que todos llevamos dentro y que contiene información muy relevante para nuestra vida… información acerca de nuestras emociones, acerca de nuestros ancestros, acerca de nuestra cultura, acerca de nuestra historia, acerca de nuestros primeros años de vida…

Se dice que el consciente es solo un 10% de nuestra actividad, así que el 90% restante forma parte del inconsciente y si asumimos que vivimos con todo, tenemos que asumir que en nuestra vida cotidiana estamos funcionando en base a un 90% de información de la que no somos conscientes, y eso es decir mucho!

Seguro que nos ha pasado alguna vez que vais a algún lugar y sentís que ya habéis estado allí pero sois incapaces de recordar cuando, o de repente conoces a alguien por el que te sientes inmediatamente atraído, muchas veces antes incluso de llegar a hablar, solo por su energía, por su forma de moverse… o todas estas cosas que hacemos convencidos y que no sabemos explicar muy bien porque, porque no son fruto de un proceso racional consciente… en cualquiera de estas situaciones es más fácil ver que estamos actuando desde el inconsciente, aunque en realidad siempre, siempre, siempre actuamos desde el inconsciente, y con esto quiero decir que el inconsciente se está expresando siempre en nosotros.

Cuando hablamos del inconsciente siempre viene a la cabeza la imagen del iceberg en la que una pequeña parte es visible y la gran mayoría se mantiene bajo el agua, invisible, pero muy presente, no tiene sentido la punta del iceberg sin la base que lo sostiene y es importante reconocer su existencia y prestar atención a todos los mensajes que nos manda el inconsciente, para ir iluminando esta parte de nosotros mismos.

Para descubrir como funciona veamos las cuatro leyes del inconsciente:

El tiempo no existe: biológicamente solo existe el presente, todo esta pasando en este momento, incluso si nos proponemos recordar una experiencia vivida hace tiempo o proyectar una situación del futuro solo se puede hacer ahora, en el presente.
El otro no existe: en mi realidad biológica, el otro no existe, todo es yo, mis emociones, mis pensamientos…el otro existe solo en las relaciones, pero las consecuencias de la relación con el otro siempre son individuales. Si me enfado contigo, el enfado es mío y lo siento yo, en mi cuerpo.
El inconsciente es inocente: todo es relativo, el concepto del bien y el mal estará en función de nosotros y nuestros programas, lo que para una cultura esta bien, para otra está mal y así, tu decides cambiar tus creencias o vivir en otras porque para la biología todo es verdad, ya sea para enfermar o para curarse.
Real e imaginario es lo mismo: nuestro inconsciente no puede distinguir entre lo que ocurre y lo que imaginamos que ocurre, así, todo lo que llega a través de los sentidos, del pensamiento y lo imaginario, se traduce de manera biológica y provocará un síntoma y de la misma manera, una solución simbólica puede ser muy real para nuestro inconsciente .

Carl Gustav Jung distinguió entre el inconsciente personal y el inconsciente colectivo que contiene toda la información referente a los arquetipos que vienen marcados por la cultura y que se han ido desarrollando durante la historia de nuestra comunidad y de las comunidades a las que pertenecieron nuestros ancestros, y esto hace que cada uno de nosotros contenga una información diferente y que por lo tanto, actúe desde un lugar diferente, aunque coincidamos en ciertas creencias o formas de vivir con las personas con las que compartimos el mismo inconsciente colectivo.

El inconsciente se expresa de muchas formas, a través de las palabras y de los verbos, a través de los sueños, a través del dibujo, a través de las elecciones que hacemos en nuestra vida, a través de nuestra intuición y para mi una de las más fiables es la expresión del inconsciente a través del cuerpo…

El cuerpo tiene una inteligencia increíble, somos tan perfectos que incluso cuando enfermamos, lo hacemos de una forma tan precisa, que resulta fascinante… cada síntoma trae consigo un potente mensaje del inconsciente tratando de ver la luz, tratando de que tomes conciencia de algo importante para tí en este momento, tratando de ayudarte a que veas algo que se te ha pasado por alto, algo que duele porque en realidad no estas siendo coherente con tu sentir más profundo… y el cuerpo en este sentido habla tan claro!

¿donde está el inconsciente? en un primer momento se piensa: “en la mente”, pero no, no es sólo mente, lo tenemos claro… luego pensamos: “en el corazón”, en las emociones… pero no, tampoco son solo emociones… y de repente lo vimos claro: el inconsciente está en todo el cuerpo, en cada célula, en cada órgano, en cada tejido…

Es hora de reconciliarse con el cuerpo, con nuestras emociones profundas, es hora de volver a conectarnos con nuestra esencia, con lo que somos de verdad… es hora de bucear en nuestro inconsciente y destilar las informaciones que realmente sean útiles para nosotros, de buscar dentro y no fuera, sin miedo… la buena noticia es que en este camino vamos a encontrar muchos aliados y seguro que este trabajo, o mejor dicho, seguro esta forma de vivir más consciente nos va a traer más salud y un sentirse mejor con uno mismo que viene de sentirse conectado con la propia esencia y actuar en coherencia con lo que somos.

Cada órgano dañado responde a un sentimiento

El cuerpo es nuestra herramienta de curación

Las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.
¿Eso es para usted la enfermedad?
Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock.
¿Nace el conflicto?
Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.

Póngame otro ejemplo.

Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.
Pero tener prisa es psicológico.
Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.

¿Y provoca un síntoma?

Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.

Dígame.
El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.

¿Realidad energética?
Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.

Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera vez estaba sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no estás sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada". Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.

A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.
Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística, a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.

¿Todo conflicto provoca enfermedad?
No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.
¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.

¿Estómago e intestino?
No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado". Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de desvalorización...
¿Lo adecuado para estar sano?
Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional pero son emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica por dos.

La ira y la violencia se expresan a sus anchas.
Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo.

Carta de duelo - Carta de liberación del CLAN

Esta carta la redactarás puño y letra. 
Con esta carta liberas y te liberas, de todo aquello que puedas estar heredando de tu familia y personas que te rodean y que no te corresponde: enfermedades, culpas, rencores, frialdad, indiferencia, violaciones, mala suerte en el amor, falta de cariño, dureza, secretos, tragedias, engaños, infidelidades, traiciones, robos, mentiras, etc. 

Vas a liberarte de todo aquello, que está provocándote enfermedades o problemas el día de hoy.



CARTA

Yo…(Escribe tu nombre y Apellidos) en este acto de mi puño y letra, redacto hoy esta carta como regalo a la familia a la cual pertenezco. Con la ayuda, el amor y la presencia de Dios y del Espíritu Santo, yo bendigo a mi familia y los perdono. Yo libero a mi familia y me libero de ella. Me libero y libero a mis bisabuelos, a mis abuelos, a mis padres, a mis tíos, a mis primos, a mis hermanos, a mis hijos (aunque no los tengas), a los amigos o enemigos de la familia, a toda persona a mi alrededor y a toda persona que en algún momento haya estado conmigo, de todos los programas inconscientes que me han heredado. Los libero y me libero, de cualquier ofensa que otra familia haya recibido de la mía, y pido perdón a todos, en nombre de aquel que haya ofendido por parte de mi familia.

Hoy me libero y libero a toda mi familia y conocidos, de memorias de pérdida económica, conflictos por herencias, derroches, asesinatos, muertes repentinas o violentas, suicidios, enfermedades mentales, enfermedades físicas, accidentes, violaciones, tocamientos, adulterios, hijos no deseados, hijos no nacidos, hijos no reconocidos, hijos abandonados, incestos, abandonos, crueldades, golpes, violencia física, violencia emocional, infidelidades, engaños, traiciones, mala suerte en el amor, maldiciones, desarraigos, desamor, trabajos forzados, esclavitud, guerras, secretos no revelados, memorias de dolor, tristeza y llanto, y de todo aquello que sea una vergüenza o una limitación. Hoy me libero y libero a toda mi familia y conocidos, de todo aquello que haya afectado a los miembros de mi familia y a otras familias, para que estas memorias, ya no se sigan heredando a través mío, para que ya no se sigan perpetuando en mi persona ni en generaciones venideras.

...aquí los detalles: Ejemplo: Hoy Libero y me libero de mi padre (Nombre), de sus maltratos y su alcoholismo. Hoy libero y me libero de mi madre (Nombre), su carácter sumiso y su diabetes. Etc. Hoy corto todo lazo con esa memorias y me libero de todas las cargas que no me corresponden. Para mi bien y el de todos los involucrados. Hoy agradezco a Dios, al Espíritu Santo y al Universo. Hoy sé que soy libre y quedo libre. Hecho está.
Gracias, Gracias, Gracias!


Cuando hayas finalizado tu carta, la lees en voz alta, la quemas y te deshaces de las cenizas. Así de sencillo y con conciencia, te liberas de todo aquello que tu inconsciente viene cargando y peor aún, heredando. Una vez realizada la ceremonia de lectura y quema de la carta, deberás esperar 30 días (Cuarentena), para que tu mente vaya asentando lo vivido, lo sentido, lo soltado. Serán 30 días de cambios de ánimo intensos. Algunos días, podrás tener mucho sueño, o no tener nada de sueño, estar alegre, triste, eufórico, emocionado, deprimido, etc. Todo esto es normal. Para el día 30, te sentirás increíblemente ligero, con los pensamientos más claros, con más paz interior, con la certeza de todo lo que has soltado y con la seguridad para tomar nuevos rumbos y decisiones en tu vida. Para comenzar por fin, tu nueva vida.

Importante: - El período de cuarentena varía de persona a persona, por lo que puede ser que los cambios se noten a los 15 días para algunas personas, y para otras, 30. O bien, en algunas otras, demore hasta 60 o 90 días. - Esta carta se puede hacer todas las veces que sea necesario, por las mismas personas, pero NO POR LOS MISMOS MOTIVOS. Es decir, si ya hice una carta de duelo por mi padre alcohólico, ya la quemé, ya hice mi cuarentena y dentro de 6 meses, recuerdo que una noche atropelló a una señora, hago nuevamente una carta, pero sólo por este atropellamiento, ya no menciono el alcoholismo, porque de eso ya se hizo duelo.

Y esta carta sirve para eventos futuros también, porque nos faltan muchas cosas por vivir. Por lo tanto, si en 10 años, tenemos nuevos problemas cargando, con familiares, amigos, compañeros de trabajo, jefes, etc. Podemos volver a hacerla para no heredar a nuestros hijos nuestros futuros errores o faltas.